¿Qué es la Rabdomiolisis?
Nuevo año, nuevas resoluciones…y entre ellas seguramente incluyes ejercitarte más. Así que vas al gym y pruebas quizá una clase de spinning, tratando de mantenerte a la par de los más experimentados. Aumentas tu cantidad de actividad más y más y…repentinamente no te sientes mejor, sino que tu cuerpo empieza a sentirse debilitado.
Puede ser que estés sufriendo las consecuencias de la Rabdomiolisis.
De acuerdo a un estudio del American Journal of Medicine, este extraño trastorno puede producirse debido a un repentino exceso de ejercicio. En sí, la Rabdomiolisis es una condición en la cual las células de un músculo estriado se disuelven y entran al sistema circulatorio y fluido extracelular. Este líquido incluye componentes que son nocivos para el riñón, y puede conllevar a insuficiencias renales, además de la necrosis del músculo esquelético. e incluso, de no tratarse a tiempo, la muerte.
Según el estudio, una cantidad importante de casos de Rabdomiolisis pudo ser rastreada a clases de spinning. No obstante, cualquier tipo de actividad de alta intensidad puede derivar en esta condición letal.
¿Quiere decir que no debes hacer más ejercicio? ¡Para nada!
Solo necesitas tomar algunas precauciones si estás por cambiar tu rutina de entrenamiento.
¿Cómo evitar la Rabdomiolisis?
Comienza lentamente
Los cambios bruscos en tu rutina, así como los esfuerzos excesivos, te ponen en riesgo de lesionarte de una u otra forma. Y si piensas que esto afecta solamente a aquellos que no realizan mucha actividad física, ¡malas noticias! De acuerdo al estudio, los atletas con mayor aptitud física corren más riesgos de desarrollar este síndrome después de unirse a una nueva clase.
Los expertos recomiendan comenzar a introducir cambios lentamente, y a evitar utilizar demasiado un grupo de músculos que no has ejercitado con frecuencia antes.
Hidrátate
Hidratarte antes, durante y después de tu entrenamiento es vital para mantener tus músculos sanos. Igualmente, es recomendable tomar en cuenta cualquier tipo de medicinas por prescripción que puedan afectar tus hábitos de hidratación.
Lleva contigo una botella deportiva con agua fresca, e incluye en tu dieta alimentos naturales ricos en agua. Si no te agrada la falta de sabor en el agua, opta por mezclas para bebida de recuperación e hidratación que te facilitarán los componentes que necesitas sin la carga de azúcares y otros elementos dañinos de las bebidas comerciales e isotónicas.
Monitorea tu actividad
Para asegurarte de que no te estás excediendo, es recomendable monitorear métricas como tu frecuencia cardíaca, puntuación de estrés, y otras medidas fisiológicas semejantes. Para ello, deberías llevar a la mano tu pulsómetro cada vez que entrenas. Con estos accesorios puedes registrar tus métricas y planificar tus siguientes rutinas de ejercicio con más conocimiento.
Además, algunos modelos te permiten también monitorear aspectos como tu hidratación, o pueden darte recomendaciones sobre tiempo de recuperación o cantidad de actividad física que debes realizar a continuación.
Lo más importante a la hora de prevenir la Rabdomiolisis es prestar atención a tu cuerpo. Si comienzas a sentir dolores abdominales, musculares, fatiga, fiebre, notas cambios en el color de tu orina, u otros síntomas durante o después del ejercicio, es importante consultar a tu médico y, sobre todo, bajar la cantidad de actividad física que realizas.
Escucha a tu cuerpo, evita el sobreesfuerzo, y recuerda que la actividad moderada siempre es mejor y más sana para tu salud.
Fuentes:
WBRC. http://www.wbrc.com/story/37240172/new-fitness-routines-can-lead-to-potentially-fatal-condition